¡Maldito trabajo que me ocupa
hasta las 3 de la tarde! ¡Maldito calor vespertino que no me deja salir a andar
en bici por el monte! ¿Qué puedo hacer este final de verano?
Y sorpresa, el dúo de “Tengo unas bicis de carretera, de
cuando era crío, muriéndose del asco” y “Me dieron una pedrada y me dio por las
fixies” se convirtió en trío.
Fixie es una derivación de fixed (ingles)
o piñón fijo. Son bicicletas en las que el piñón gira solidario a la rueda,
siempre. De manera que si la rueda gira tus pies giran y si tus pies giran la
rueda también, no importa el sentido, no importa la velocidad ;). ¿Que tiene
esto de practico? Aparte de ser una forma diyievolucionada de meterte el
tradicional castañazo padre, todavía no la conozco. ¡Que si! Tiene dos grandes
ventajas (o estas son las que más me impresionan): la primera es que el peso de
la bici se reduce considerablemente porque no hay frenos(manetas, pastillas de
freno, etc), no hay cambios (platos, piñones, desviador, tensor, cables,
manetas, etc); la segunda porque puedes quedarte quieto sobre la bici. Además tiene un aliciente personal: bricolaje.
Esta serie de entradas es un resumen de la información que me ha parecido más interesante vista en otros blogs, foros y páginas comerciales, además de info sobre mis (perdón nuestros, recordemos que somos tres, ni uno ni dos si no tres, porque tres es el número) avances. Y en particular esta entrada es como plantear el inicio de la customización de una bicicleta de carretera para convertirla en una horterada de piñón fijo.
Todo este proceso sería innecesario en caso de ser más sensatos y a) comprar la bici de piñón fijo que queramos o b) pretender practicar con tu vieja bici comprando piñón y cadena, y ver si esto del piñón fijo es para ti o para tú peor enemigo.
Partiendo del hecho de que la bicicleta (al menos su cuadro y horquilla) está en buen estado estructural, lo primero que tenemos que hacer es despiezarla para eliminar las partes que ya no necesitaremos (o eso queremos creer) como frenos y cambios y limpiar todas las piezas de polvo, grasa y oxido.
Despiece de una bici, claro está, sin frenos ni cambios. A la postre, sencillo ¿no?.
Otro concepto que se debe controlar es el desarrollo con el que quieres tu bicicleta. Partimos del hecho que la bici de carretera desmantelada tenía un plato grande de 54 dientes y un plato pequeño de 42. En nuestro caso, el miedo (cacotas) más que la realidad (nuestra ciudad no es precisamente Barcelona, pero tampoco es San Francisco) nos ha hecho decantarnos por el plato de 42 dientes y nos hemos comprado un piñón de 17 dientes. Esto es muy importante en dos aspectos: el desarrollo por razones obvias de esfuerzo y el número de puntos de frenada de que dispondremos ya que esto condicionará el futuro gasto en neumáticos.
En la siguiente tabla se representa la dureza del desarrollo en función del plato y piñón instalados. Dando por bueno un indice de 2,5 para ciudad, por ser versátil en desarrollo y arrancadas.
En la siguiente tabla se representa el número de puntos de desgaste que tendrá la rueda.
Con un indice de desarrollo 2,5 y 17 puntos de frenada, nuestra opción, es una buena elección.
